Mamografía:
La mamografía es un estudio de imágenes médicas que utiliza rayos X de baja dosis para examinar los tejidos de las mamas.
Su principal objetivo es detectar cambios anormales, como tumores o microcalcificaciones, incluso antes de que sean palpables.
Procedimiento de una mamografía
- No usar desodorantes, talcos o lociones en la zona de las axilas o senos el día del examen, ya que pueden afectar la calidad de la imagen.
- Se recomienda usar ropa de dos piezas para facilitar la exploración.
- Informar al médico si está embarazada o en período de lactancia.
- La paciente se coloca de pie frente al equipo. Un técnico radiólogo posiciona cada mama sobre una placa especial de la máquina.
- Se presiona suavemente la mama con otra placa para extender el tejido y obtener imágenes más claras. La compresión puede causar una leve molestia, pero dura solo unos segundos.
- Se realizan al menos dos radiografías por cada mama (de frente y en ángulo lateral). En algunos casos, pueden ser necesarias imágenes adicionales para mayor precisión.
- El procedimiento dura aproximadamente 15 minutos. La paciente puede retomar sus actividades normales inmediatamente después.
- Un radiólogo analiza las imágenes en busca de anomalías. Si se detecta algo inusual, el médico puede solicitar pruebas complementarias, como una ecografía mamaria o una biopsia.
Beneficios de la mamografía
- Detecta el cáncer de mama en etapas tempranas, aumentando las posibilidades de tratamiento exitoso.
- Permite el diagnóstico de quistes, tumores benignos y otras afecciones mamarias.
- Es un método rápido, seguro y eficaz para el control preventivo de la salud mamaria.
- Es recomendada anualmente para mujeres mayores de 40 años o antes si hay antecedentes familiares de cáncer de mama.